Juan José Baños
Juan José Baños Presidente de UNIRED

El futuro infunde temor. Todas las civilizaciones han sufrido tal sensación. Así que no nos sintamos una generación especialmente timorata. Hablo en general. No hay más que echar un vistazo a las amenazas que nos rodean. Pero también en el segmento de las telecomunicaciones. Sector este incomprendido donde los haya. Literalmente incomprendido. Mis amigos, ajenos todos al mismo, son capaces de mantener una conversación cerveza en mano en torno a las actividades profesionales de los demás, pero no en torno a esta. Hacen, todo lo más, un determinado esfuerzo por entender algo de la cosa, pero temas como Messi, lo que denominan “teatro político”, o Trump salen pronto al rescate de tan incomprendido, o quizás mejor, incomprensible asunto.

Y esa es la primera de las dos grandes amenazas para nuestro sector. La incomprensión o la ignorancia general en torno a un asunto hacen que quienes deben legislar, regular o decidir sobre él lo hagan con indudable complejidad técnica, sí, pero también con la misma presión social con la que uno disfruta de un helado bajo una sombrilla junto a una playa.

A mis amigos les digo que están en juego muchas cosas, entre otras una televisión universal y gratuita, pero como no salgo en esa televisión para decirlo, se lo creen relativamente y pasan a Messi y su rubio de bote. “Si es tan grave, ya se habría oído algo del asunto”, supongo que piensan.

Así que debemos saber que estamos solos en la batalla. Al menos de momento. Y somos el eslabón más débil y más pequeño de la cadena. Al menos en el broadcast. Los radiodifusores podrían sobrevivirnos en ese futuro incierto. Pero nosotros jamás podremos sobrevivir a los radiodifusores. Demasiado duro y demasiado simple. Así que debemos ponernos cuanto antes manos a la obra de reinventarnos antes de que sea demasiado tarde. Y para hacerlo sugiero establecer dos ejes de acción, más allá del día a día de nuestras actividades. El primero un agresivo I+D+i, con gente que definitivamente se olvide del día a día y trate de situarse continuamente por delante de los acontecimientos. Y el segundo un convincente predicador que cante nuestras alabanzas en las redes, discuta argumentos que nos perjudiquen y descubra para muchos la necesidad de nuestra existencia.

Pero la segunda amenaza es creer que la culpa es del empedrado. Que nosotros somos los únicos que vamos en la dirección correcta. Es más, estoy convencido de que deberemos cambiar de dirección. Y que debemos estar preparados para ello, aunque suponga esfuerzo y, sobre todo, sufrimiento. Vamos a sufrir amigos. Y vamos a tener que aprender a hacer cosas nuevas, distintas… Cuando creíamos que lo sabíamos todo. El día en que nuestros clientes lleguen a la conclusión de que somos meros intermediarios y que existen fórmulas que pueden, al menos en parte, evitarnos, ese día vamos a sufrir.

Así que toca ponerse las pilas. Viajar al futuro y regresar de él poniendo sobre la mesa otra manera de enfocar nuestros planes estratégicos. Y ello antes de esa guerra de las galaxias que se vaticina en nuestro sector…

Ya está! Eso es! Regreso al futuro y la guerra de las galaxias será el próximo tema de conversación cerveza en mano. Yo creo que si les entro por ahí para que me entiendan…

Juanjo Baños. Presidente de Unired